Jan Tésar diseñó esta notable figurilla para Baccarat, honrando al venerado pájaro de presa en toda su impresionante forma. Posada en una roca, la postura del águila es dominante: sus poderosas alas abiertas de par en par, el pico en punta, la mirada fija en un objetivo desconocido. El águila imperial se elabora mediante un complicado proceso que implica un molde de yeso, un molde de arcilla, hornos especiales y una meticulosa artesanía.