Bailarina japonesa se inspira en la iconografía de las danzas con abanicos, en los tradicionales kimonos y en la belleza de los peinados japoneses. Estos elementos se tratan a nivel escultórico y a nivel decorativo. El primero, enfocado en el trabajo de los grabados de los abanicos y los bajo relieves de las flores del kimono. El segundo, con el uso de lustres bronce, rosa metalizado y anacarados, que se combinan en perfecto equilibrio. Exquisitos detalles que, con el toque final que aportan los pétalos que adornan el cabello, nos llevan a celebrar la belleza de la cultura japonesa.