Los flamencos son unas de las aves más estilizadas y sorprendentes. Su nombre significa “llama” o “flama” y se lo dieron los egipcios por su color rojo fuego, porque los consideraban una representación de Ra, el dios del sol. Son aves muy longevas y, además, entre otras muchas curiosidades, estudios recientes han observado que son animales que establecen fuertes vínculos de amistad entre los de su especie. La simbología que les rodea y su peculiar anatomía han llevado a los artistas de Lladró a representarlos en esta creación. Una pareja de flamencos elaborados en porcelana mate decorados con una sorprendente decoración en rosa y lustre dorado. El resultado es una propuesta muy sugerente, de decidido carácter contemporáneo.