Desde tiempos remotos los gestos con las manos han conformado su propio lenguaje, su capacidad expresiva y su simbología los han convertido en un modo de comunicación por sí mismo. Con esta creación, nuestros artistas ponen la atención en el lenguaje de los mudras, gestos que llegaron al yoga y a las prácticas de meditación desde el hinduismo o el budismo. Para los primeros, hay un total de 24 mudras, uno por cada hora del día, contando cada uno de ellos con una serie de beneficios diferentes. Para los segundos, son gestos que logran predisponer el cuerpo para la meditación y ayudan a la concentración. Mudra abundancia, se inspira en estos gestos milenarios. En esta particular versión, la mano está decorada con motivos geométricos y vegetales que se han grabado minuciosamente a lo largo de los dedos. En la unión de ambas manos, una flor esculpida sobre la que reposan delicados pétalo a pétalo elaborados a mano, uno a uno.